Todos debemos ser un poco más conscientes del medio ambiente si queremos combatir el cambio climático. Esto se aplica tanto en la vida privada como en el ámbito empresarial, donde también puedes hacer muchas cosas para contribuir. No solo puedes hacer más ecológico tu entorno, sino también el lugar donde trabajas. Independientemente del tipo de trabajo que tengas, siempre hay algo que puedes hacer para que tu entorno laboral sea un poco más respetuoso con el medio ambiente. Algunos pasos son más evidentes, como reducir el uso de papel al imprimir o apagar el hardware, como portátiles e impresoras, cuando no están en uso, pero hay mucho más que puedes hacer. Con estos diez consejos, también puedes hacer que tu lugar de trabajo sea más ecológico.
1 – Trabaja más desde casa
Durante la crisis del coronavirus, nos acostumbramos rápidamente a trabajar desde casa. Tiene sus ventajas y desventajas, y siendo sinceros: cuando solo se nos permitía trabajar desde casa, la mayoría de nosotros también quería volver a la oficina de vez en cuando. Pero ¿realmente necesitamos volver a la oficina los cinco días completos? Ya no lo vemos siempre necesario. Y menos mal. Porque esa reunión para la que necesitas conducir una hora de ida y vuelta quizás se pueda hacer de manera digital, y si trabajas uno o dos días desde casa, ahorras combustible. Esto es beneficioso para el bolsillo, pero también para el medio ambiente. Suma todas esas horas: al trabajar dos días desde casa, puedes ahorrar hasta ocho días completos (¡24 horas!) de conducción al año, si tu trayecto dura una hora.
2 – Usa la luz natural tanto como sea posible
Si vas a la oficina, el espacio de trabajo suele estar iluminado por filas y filas de luces fluorescentes. A veces es necesario, porque está oscuro afuera o simplemente hay poca luz natural, pero muchas veces las luces podrían estar apagadas. Al subir las persianas, dejas entrar tanta luz natural como sea posible. Esto permite que las luces permanezcan apagadas durante más tiempo. Esto también se aplica si trabajas desde casa: asegúrate de aprovechar al máximo la luz natural para poder mantener las luces apagadas más tiempo, lo que ahorra electricidad. Y si usas luces, elige LED, que es más ecológico que las bombillas de bajo consumo.
3 – Elige papelería ecológica
Los artículos de oficina ecológicos son neutros en CO2 y preferiblemente hechos de papel y cartón sin árboles. Piensa en sobres, carpetas de presentación, tarjetas de visita, agendas, calendarios y cuadernos. Para todos estos artículos de oficina se utilizan grandes cantidades de papel, para lo cual deben talarse campos de árboles. La papelería ecológica, hecha de residuos agrícolas, ahorra árboles y da una segunda vida a los residuos que quedan después de la cosecha.
4 – Reflexiona antes de imprimir
Cada empleado de oficina utiliza hasta 10.000 hojas de papel para imprimir al año. Un árbol maduro puede producir hasta 60.000 hojas, lo que significa que un árbol se tala por cada seis empleados al año. Esto es completamente innecesario si reflexionas sobre cómo imprimes. Primero pregúntate si realmente es necesario imprimir. Y si lo es, piensa si necesitas imprimir todo o solo una parte. Imprime de manera ecológica, elige blanco y negro, y siempre imprime a doble cara si tu impresora lo permite. Y también en este caso: elige tanto como sea posible papel de impresión y fotocopiado sin árboles. El papel de impresión hecho de residuos agrícolas es 100% libre de árboles y de la misma alta calidad que el papel convencional hecho de árboles.
5 – Recicla el papel usado
El papel que hemos impreso a menudo termina rápidamente, a veces sin ser leído, en la papelera. Es una pena, pero si eso sucede, asegúrate de separar los residuos para que puedan reciclarse. Coloca, por ejemplo, una papelera para recoger el papel. Luego puedes llevarla tú mismo a un contenedor de papel y cartón cercano o hacer que lo recojan los días de recogida de papel usado. Así te aseguras de que tu viejo papel tenga una segunda vida.
6 – Baja el termostato un grado
Afortunadamente, ya está más presente en nuestras mentes debido a los crecientes costos de calefacción. Para tu bolsillo, puede hacer maravillas bajar el termostato un grado durante todo el día. Por ejemplo, ponlo a 19 en lugar de 20. Con la ropa adecuada, no tiene por qué ser incómodo. Ahorrarás rápidamente cientos de euros al año y consumirás mucho menos gas.
7 – Usa muebles ecológicos
Ya sea que estés equipando una oficina completa o tu propio espacio de trabajo en casa, al elegir opciones ecológicas, estarás contribuyendo. Puedes hacerlo optando, por ejemplo, por sillas, mesas y escritorios usados. Al dar una segunda vida a estos muebles, se necesitan menos muebles nuevos. ¿Prefieres comprar nuevos? Elige materiales naturales y, de preferencia, muebles con la etiqueta ‘Milieukeur.’ Con este tipo de muebles, puedes estar seguro de que se han utilizado materiales que afectan menos al medio ambiente en comparación con otras opciones.
8 – Elige dispositivos electrónicos eficientes en energía
Es impensable una oficina moderna sin electrónica. Sin embargo, puedes marcar la diferencia eligiendo las opciones más ecológicas. Muchos dispositivos electrónicos tienen una etiqueta energética. Al elegir un monitor o impresora con una etiqueta energética de clase A o superior, consumirás menos energía. ¿Aún dudas entre una computadora de escritorio o una portátil? Cada vez más se opta por la portátil, y con razón: esta consume hasta un 70% menos de energía que una computadora de escritorio tradicional (fuente).
9 – Desconecta los dispositivos
Cuando termines la jornada laboral, durante el descanso o simplemente si no vas a usar el dispositivo por un tiempo: desconéctalo. La mayoría de los dispositivos electrónicos nunca se apagan completamente. En lugar de eso, entran en un modo de suspensión, en el cual siguen consumiendo electricidad. Al desconectar el enchufe o apagar el interruptor de una regleta, evitarás este consumo innecesario.
10 – Di adiós a los vasos de plástico desechables
Seguramente los conoces, esos vasos de plástico desechables blancos con borde superior estriado. Antes, bebíamos café de estos vasos en la oficina. Afortunadamente, cada vez lo hacemos menos. Lo mejor es optar por usar una taza de café personal que laves al final del día y puedas seguir utilizando durante mucho tiempo.
Da el primer paso
Aunque a veces parezca una tarea difícil, realmente marca la diferencia si todos implementamos pequeños ahorros de forma continua. Todos esos pequeños ahorros juntos constituyen un gran alivio para el medio ambiente. Si no sabes por dónde empezar, elige una de las diez opciones ecológicas de este artículo y da el primer paso.